Leía recientemente un artículo titulado “Musgos y herbicidas en el olivar”, publicado por un equipo de investigación del IFAPA, encabezado por la Dra Saavedra Saavedra. Ilustró mi ignorancia sobre el tema y creo que es merecedor de ser conocido por personas relacionadas con la agricultura.
¿Qué son los musgos?. Son plantas no vasculares a las que se agrupan en ciencia como briofitas. Son conocidos por la gente al desarrollarse en tejados de casas, rocas, paredes, troncos de árboles y suelos entre otros sustratos. Se ha sugerido que hace unos 450 millones de años, fueron los primeros colonizadores de las superficies emergidas de las aguas. En agricultura se utilizan como turbas para producir plantas en semilleros y viveros. Son los musgos de las turberas (peat moss) que pertenecen al género Sphagnum. Hoy están protegidos y no pueden ser arrancados, aunque se utilizan para montar los belenes. En fin, son diversos, se conocen 11.000 especies.
Mi intención hacia ellos ocurrió hace unos años, cuando entendí que eran “plantas” que daban lugar a la formación del suelo a partir de la roca madre. Es decir que aparte los elementos físicos y químicos que erosionan las rocas, los seres vivos están, también, ligados a formar los suelos desde su origen.
El artículo nos ilustra sobre como son manejados por los labradores olivareros, para mantener y favorecer el musgo en el suelo. Mantener los musgos en el suelo bajo la copa del árbol, tratados con herbicidas de post-emergencia no fitotóxicos. Soplado de los restos de poda hacia las calles, formación de cordones con ellos que actuarán como barreras para reducir escorrentías y evitar la erosión.
La modificación es descrita así por los autores, cubierta de musgo bajo la copa y en las calles restos de poda esparcidos y cubierta vegetal de plantas arvenses.
En ambos manejos se utilizan herbicidas, pero su uso se reduce. El estudio en cuestión, presenta la evaluación de la toxicidad de 19 materias activas. El número de especies en el olivar de Andalucía se ha cifrado en 40. Destacan, Bryum caeouticium y Didrymodon vinealis. La respuesta de los musgos a los herbicidas ensayados fueron diferentes. Así algunas fueron muy tóxicas (Ej. Flomioxacina, diurón, flazasulfurón); otras, apenas produjeron toxicidad (Ej. dicuat, fluoroxipir, glifosinato, MCPA, quizolofop-p-etil y simacina).
Julio C. Tello Marquina
Profesor emérito