Una carretera con un paisaje idílico, nos lleva a Sotres y una tranquilidad que solo se ve alterada por el paso de algún coche y el sonido de los cencerros del ganado.
Este pueblo del concejo de Cabrales, puede presumir de ser una de las localidades más visitadas por los amantes de la montaña y algunos de sus habitantes siguen dedicándose a actividades tradicionales como la elaboración de queso o la ganadería.
La declaración del lobo como especie protegida, es uno de los impedimentos a los que se enfrentan los ganaderos cabraliegos.
Pese a lo arduo de la tarea y la paciencia que requiere guardar el ganado en un terreno tan abrupto, Kaelia y Abel siguen apostando por el ovino y el caprino en un concejo donde predominan las explotaciones de leche de vaca.
Para Kaelia, lo tenemos muy difícil con que metan al lobo en protección especial.