La situación para melón y sandía es muy preocupante e insostenible, más teniendo en cuenta que se trata de dos productos de ciclo corto que requieren inversión y trabajo, poniendo en peligro la rentabilidad de una campaña que se ha desarrollado con un comportamiento muy irregular de todos nuestros productos, y que sería el broche para un mal fin de campaña.
Las condiciones meteorológicas en Europa están haciendo que no haya consumo y que el único producto que se esté vendiendo en los lineales sea el más barato y que viene de países terceros».
Mientras no se proteja al eslabón más débil todo lo demás sobra.
Estamos viviendo una circunstancia muy grave, porque es el agricultor el que no está ganando dinero ahora mismo, pero en los lineales de los supermercados el producto está caro, por lo tanto, algo está fallando».