El cortometraje nos traslada a la España rural de los años 40, donde una sequía asola a una familia de campesinos que vive aislada, a la que solo le queda recurrir a la plegaria para implorar por lluvia.
Un día, un misterioso forastero deshidratado y mutilado llega a sus tierras, anunciando ser un zahorí y prometiendo ayudarles a encontrar agua subterránea. La familia decide acogerle y ayudarle a recuperarse, pero el joven pondrá en jaque la estabilidad de la familia y los pilares morales y espirituales de la única hija del matrimonio de campesinos.