Los Objetivos Europeos fijados en el “Pacto Verde” pretenden lograr una transición ecológica que promueva un sistema alimentario “saludable” y “sostenible”, con objetivos establecidos como reducir en un 50% el uso y riesgo de plaguicidas, en un 20% el uso de fertilizantes, así como en un 50% la venta de microbicidas empleados en ganadería y acuicultura, así como conseguir que una cuarta parte de la superficie agraria se destine a la producción ecológica.
Los bioplaguicidas obtenidos a partir de microalgas, además de contribuir a la reducción del uso de plaguicidas de síntesis química, también permiten tratar los cultivos de forma sostenible, no dejando residuos en los frutos y siendo totalmente compatibles con las estrategias de control biológico.
La gran apuesta de la Unión Europea en el desarrollo de bioplaguicidas basados en microalgas ha permitido, a través del proyecto ALGAENAUTS, dar un salto en el desarrollo de soluciones que actualmente no existen en el mercado y dará la vuelta por completo al concepto de control de plagas.
A través de la convocatoria “Blue-Economy Window 2020”, financiada por el “Fondo Europeo Marítimo-Pesquero”, la Comisión Europea apoya financieramente el proyecto europeo ALGAENAUTS, coordinado por Biorizon Biotech y en el que participa Fundación Cajamar y la Universidad de Almería, cuyo objetivo es el desarrollo de una nueva línea de bioplaguicidas a partir de microalgas seleccionadas con actividad antifúngica y antibacteriana, a través de un proceso de aprovechamiento integral sin residuos, en el que se aprovecha el total de la biomasa de microalgas producidas para la producción de biofertilizantes, además de los nuevos bioplaguicidas, implementando un proceso productivo en base al concepto de bioeconomía circular con cero residuos.