El ozono (O3) es una forma alotrópica del oxígeno presente de forma natural en la atmósfera, tanto en la estratosfera (capa de ozono) con la troposfera. En esta reflexión se contemplará brevemente el papel del ozono que nos rodea a diario. Hace años en la Rambla Federico García Lorca de Almería capital, estuvo instalado una panel luminoso donde se podía leer los niveles de los gases oxidantes perjudiciales para los ciudadanos. Entre ellos aparecía el ozono troposférico.
En esta nota me referiré a los daños que el gas produce sobre la vegetación, incluidas las plantas cultivadas. El ozono se origina por las emisiones de óxido de nitrógeno, monóxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles, debidos a las actividades sociales, como consecuencia de su reacción en presencia de la luz ultravioleta.
Se ha reconocido al ozono como uno de los contaminantes atmosféricos más fitotóxicos. En la mayoría de los casos se han descrito alteraciones visibles sobre el follaje. También se han citado toxicidades en tomate, donde en ausencia de síntomas externos se producen mermas en la producción y una aceleración de los procesos de senescencia en las plantas.
La actividad del ozono en los sistemas biológicos depende de su comportamiento en medios acuosos donde implica, casi siempre, la formación de radicales oxidantes. Entre esas formas activadas se han descrito: anión super óxido (O2–), radical ozónido (O3), formas protonadas del radical peróxido (HO2) y el radical hidroxilo (HO). Estas moléculas altamente reactivas originan los primeros daños a escala celular.
Fotos: Daños por ozono troposférico en hojas de tomate, patata, tabaco y judía
Tabaco. Tomate.
Patata. Judía.
Julio C. Tello Marquina
Universidad de Almería