En la provincia de Almería, son muchas las explotaciones que se cultivan durante el verano, pero al mismo tiempo, son meses muy calurosos y con muchas horas de luz, por lo que es imprescindible la utilización de blanqueo o equipos que limiten la temperatura y la incidencia del sol.
Este verano ha sido muy inusual tantos días lluviosos, ya que aparte de la calor, que eso ocurre todos los años, ha llovido como ningún otro, siendo muy bueno, ya que la falta de agua la seguimos teniendo, pero ha provocado infinidad de problemas a los agricultores, de forma que al llover ha desplazado o eliminado el blanqueo repercutiendo en el normal funcionamiento de los cultivos ya que por regla general, esa capa de sombreo ha de ser retirada poco a poco, para que la planta se aclimate y no sufra grandes cambios en sus condiciones climáticas habituales.
Pero al llover, las explotaciones se quedaron expuestas a las altas temperaturas hasta el punto de que, en algunos cultivos, se quemaron partes de la planta o cuajaron de una forma brusca, dando lugar a un cuajado muy temprano o muchas piezas, aparte de reducir las poblaciones de fauna auxiliar y aumentar las condiciones de desarrollo de las plagas.
Todo este cúmulo de acciones que ocasiona, que la retirada del blanqueo haya sucedido de esta forma, repercute directamente en la economía del agricultor, dado que aparte de volver a sombrear, que eso conlleva un coste, al cultivo hay que ayudar por medio de productos bioestimulantes, enraizantes o tratamientos foliares para reducir esas situaciones de estrés. Aparte de eso, el cultivo ya no va a desarrollarse durante al menos diez días, de la forma habitual o incluso hasta el final del mismo.
En concreto a todos los cultivos le repercute, pero al que quizás más le puede provocar problemas, es al pimiento. Las lluvias de estas semanas a coincidido con los pimientos con muy pocos días de trasplante, a lo que se suman otras condiciones como la ola de calor y las altas humedades.