Tras comprobar que el precio del aceite ha pasado en unas semanas de 8 a poco más de 3 euros, y que la producción mundial será media, sospechamos que se están produciendo acuerdos comerciales en la compra de aceite en origen forzando la bajada artificial del precio
13 diciembre 2024.- La Coordinadora andaluza Organizaciones de Agricultores y Ganaderos –COAG Andalucía-, pide al Gobierno que fuerce una investigación de Competencia de posibles acuerdos en la compra venta de aceite de oliva en origen, ante la sospecha de que se están forzando los precios drásticamente a la baja, incluso por debajo de los costes de producción.
Los últimos datos del PoolRed con precios medios de la última semana ponen de manifiesto que el precio del aceite de oliva ha pasado en pocas semanas de 8 euros en origen a poco menos de 4 euros, en concreto el precio medio del aceite de oliva virgen extra (la categoría superior) en la provincia de Jaén ha sido de 3,86 euros el kilo.
Juan Luis Ávila, responsable de Olivar de COAG, asegura que todo hace ver que se está produciendo una bajada artificial del precio del aceite, y nos hace sospechar que podrían estar realizando acuerdos comerciales forzando a la baja el precio de forma artificial.
“Si tuviéramos pruebas ya estarían denunciadas, pero no tenemos medios para acceder a ellas, por lo que exigimos a Competencia que investigue los hechos”. Especialmente cuando los datos de cosecha a nivel mundial muestran que la producción dará, apenas, para abastecer el mercado durante un año.
Otro dato a tener en cuenta es que aunque las previsiones de cosecha son superiores a la de años anteriores en España y más concretamente en Andalucía, después de tres años muy malos, las existencias actuales de aceite a 30 de noviembre eran 50.000 toneladas menor a las del año pasado.
También se hace un llamamiento a los grandes grupos aceiteros y cooperativas para que un sector maduro como el nuestro sea capaz de enfrentarse a estrategias artificiales de bajada del precio del aceite.
Y se saque al mercado el aceite con precios sensatos que no hagan tambalear las economías de los productores, cuando por fin se puede recoger una cosecha media de aceite en cuanto a kilos de aceituna, aunque con rendimientos grasos muy por debajo de la media, después de unos últimos meses en los que apenas si ha llovido, cuando el olivo más lo necesitaba, y en un escenario internacional de reducción de producción de aceite.