La sequía en Almería provoca los primeros estragos a regantes del Almanzora. La nula aportación de los trasvases y la inutilización de la desaladora de Villarícos obligan a reducir las hectáreas cultivadas en un 30%. El trasvase del Negratín no ha aportado nada de los 50 hectómetros cúbicos en el último año hidrológico y el Tajo-Segura nos vienen recortando de vez en cuando.