Ha sido uno de los culebrones almerienses de los que ha acaparado más titulares durante la última década. La desaladora del Bajo Almanzora, llegó incluso a ser apodada como “la desaladora de la vergüenza” por parte de los regantes y empresarios agrícolas del Levante y el Almanzora debido a su estado, inservible desde el año 2012 cuando una riada la dejó inutilizable.