El peine antediluviano fue encontrado en las excavaciones realizadas en las colinas situadas a 40 kilómetros al sureste de Jerusalen, zona donde conectaban Mesopotamia con el Mediterráneo y Egipto. El descubrimiento se hizo en 2016. El peine esta hecho de marfil de elefante y fue elaborado en torno al año 1700 antes de Cristo y conserva 6 púas grandes para desenredar el pelo y 14 más pequeñas para extraer piojos y sus huevos (conocidos como liendres). Entre las púas encontraron un piojo atrapado que sorprendió a los investigadores, así como el descubrimiento de 17 letras grabadas. Y todo ello en una superficie de 3,6×2,5 centímetros.
Las letras fueron descifradas y conformaban la frase: “que este colmillo arranque los piojos del pelo y la barba”. Las letras se identificaron como pertenecientes al alfabeto cananeo, y los investigadores consideraron que era la frase completa más antigua de la lengua cananea.
El cananeo es el primer sistema de escritura alfabética de la historia. Este lenguaje simplificaba otros anteriores como el cuneiforme de Mesopotamia y los jeroglíficos egipcios. Ambos sistemas previos al cananeo, estaban compuestos por cientos de signos preservados y usados por las élites religiosas de cada comunidad. La aportación extraordinaria de la alfabetización cananea, asignaba un signo o letra a cada sonido, permitiendo así con un reducido número caracteres escribir todas las palabras del idioma. Así se consiguió que sectores más amplios de la sociedad pudiesen escribir y leer. El peine ha aportado una clave para entender mejor la lengua cananea. La lengua que dio origen a los alfabetos hebreo, griego y latino.
Una vez más, la realidad ha superado a la ficción, en esta ocasión gracias a un molesto insecto que parasita al hombre y que se conservó durante milenios.
Autor: Julio C. Tello Marquina, profesor emérito de la Universidad de Almería