Investigaciones y primeras experiencias en los cultivos están realizándose por diversos investigadores españoles. Afirman que se está entrando en un universo a escala nanométrica, que apunta a ser el germen que cambie la agricultura en el Siglo XXI.
Este cambio llegará a los cultivos de manera invisible, puesto que las herramientas se fabrican a escala nanométrica. ¿Qué es una escala nanométrica?. La unidad de medida en dicha escala es el nanómetro, que es mil millones de veces más pequeño que el metro. Un cabello, por ejemplo, tiene un diámetro de unos 60.000 nanómetros. Para visualizar las partículas nanométricas se utilizan microscopios electrónicos de muy alta resolución.
Los especialistas comentan que se ha conseguido una nanopartícula a la que es posible añadir macro y micronutrientes para plantas. Y, además, moléculas con actividad para controlar los parásitos de los cultivos. Esto es el embrión para diseñar nanoformulaciones que pueden modificar las características del cultivo: rendimiento, floración, cuajado de frutos, postcosecha, control de plagas y enfermedades.
La tecnología se encuentra en una fase de desarrollo incipiente. Los especialistas consideran que tiene un futuro prometedor. En ese futuro se reducirán los productos químicos en agricultura: serán más eficiente el control de plagas y enfermedades, favorecerán las nanopartículas la absorción de nutrientes por las plantas, mejorarán la calidad de los suelos, dadas sus propiedades magnéticas eliminarán los metales pesados y el tratamiento de las aguas, entre otras maravillas. Por ejemplo, por ingeniería genética se ha obtenido el “tomafrán” (tomate más azafrán), cuyos principios activos se recogen en nanopartículas para l tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Parece ser que las nanopartículas pueden ser transportadoras de sustancias a objetivos concretos. Así una nanopartícula (fosfato cálcico) se usa para la regeneración del hueso humano. Es capaz de transportar moléculas que se adhieren a la nanopartícula que las dirige al tumor.
Los investigadores han avisado que a estos niveles ultradiminutos, los materiales pueden cambiar su comportamiento y cualidades. Tal es el caso del oro dorado que pasa a oro rojo que es un gran conductor de electricidad, y se utiliza en teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos.
Mucho camino queda por recorrer en agricultura, que en su conjunto es un sistema vivo. Suerte para aquellos pioneros que han comenzado con la aplicación de la nanotecnología en el campo.
Julio C. Tello Marquina
Profesor emérito. Universidad de Almería
Almería