Este año se cumplen cinco siglos de la publicación de “La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades”.
Para algún especialista la disidencia sobre la fecha se basa en el último episodio de su relato autobiográfico: “Esto fue el mismo año que nuestro victorioso emperador en esta insigne ciudad de Toledo entró y tuvo en ella Cortes y se hicieron grandes regocijos y fiestas”. Mariano Calvo, escribe que sería el año 1525 como el año en que se comenzaría a escribir El Lazarillo. En la mitad del tratado segundo el narrador protagonista, ironizando sobre su desamparo y hambruna, en manos del clérigo tacaño de Maqueda, dice: “ y dormí un poco, lo cual yo hacía mal y echábalo al no comer. Y ansi sería, porque, cierto en aquel tiempo no me debían de quitar el sueño los cuidados del rey de Francia”.
Lázaro se refiere mordazmente a los solícitos cuidados de los que gozó el monarca francés, por la supuesta enfermedad que padeció durante su cautiverio madrileño en 1525.
Para ello contó con las atenciones de una abrumadora concurrencia: su hermana Margarita de Angulema y sus más de treinta damas llegadas urgentemente desde Francia, así como la asistencia permanente de los médicos del emperador.
El apresamiento del rey Francisco I de Francia se hizo cuando fue vencido en la batalla de Pavía (Italia) en 1525, por el emperador Carlos V.
Tome el lector un ejemplar de Lázaro de Tormes y diviértase con su astucia.
Julio C. Tello Marquina
Profesor emérito
Universidad de Almería