Atrás quedan las discrepancias entre los agentes sociales, tanto en otras reformas -como los cambios en el sistema de pensiones o el alza del SMI- como en esta propia negociación.
Para llegar a este punto del camino, el Gobierno ha tenido que escuchar a las partes y combinar sus líneas rojas para consensuar unos aspectos claves que pongan de acuerdo a todos.
Tras el visto bueno de la CEOE, solo falta el ‘sí’ de los sindicatos para cerrar un acuerdo tripartito.