Los granjeros de pollo han lanzado un grito de auxilio y han asegurado que están pagando la factura de la inflación, por lo que han pedido ayuda al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Han señalado a la industria y a la gran distribución, como los que tienen la responsabilidad de pagar un precio justo a los granjeros, que llevan varios meses afrontando una «situación límite».