Nos ha contado las peripecias de una ganadera joven, que se enfrenta cada día a un ejercido de 2.000 ovejas sin perder un ápice de feminidad.
Pasa mas tiempo con el rebaño que con personas, así cuando tiene un mal día, habla con el rebaño.
Trabajó en una oficina, pero no cambia la sensación de libertad que le da el campo.