En España se recogen al día más de 800 toneladas de ruedas antiguas, o lo que es lo mismo: anualmente se generan cerca de 300.000 toneladas de neumáticos usados. En la actualidad, el 70% se recicla, lo que supone algo más de 200.000 toneladas. Signus es el sistema integral de gestión importante a nivel nacional en este sector, pues maneja el 80% del mercado.
¿Y en qué consiste este proceso de reciclado?
- Recogida: el taller al que acudimos es el encargado de depositarlos en un espacio determinado para ello, con la posterior recogida de empresas especializadas que las envían a la planta de reciclaje.
- Clasificación: una vez en la planta, se separan y clasifican por tamaño y tipología para facilitar el siguiente proceso.
- Granulado: ya separados, los neumáticos pasan por unas trituradoras y después por máquinas que separan los gránulos para cada tipo de material.
- Proceso final: a partir de aquí, estos materiales granulados se destinan a distintos usos, como el asfaltado de carreteras, combustible, relleno para campos de césped artificial o la construcción de balsas y depósitos de agua contra incendios.
Sin embargo, a pesar de que el porcentaje de neumáticos reciclados aumenta cada año, el resto nunca llega a aprovecharse. ¿Y qué pasa con estos neumáticos? Algunos, se queman o acaban en vertederos ilegales; otros, son arrojados al campo. Este es el caso de Níjar, donde recientemente se han encontrado centenares de neumáticos usados en la zona de Atochares. En esta ocasión, la gran mayoría de los neumáticos encontrados pertenecían a turismos y coches deportivos, porque, por mucho que insistan los medios de comunicación, no siempre contaminan los agricultores.
Los productores y talleres de la zona, al igual que Signus, centran su atención en los talleres ilegales, quienes, al no colaborar con el proceso de reciclaje, deciden deshacerse de los neumáticos castigando de forma severa el medio ambiente. Las asociaciones ecologistas están cansadas de este tema, pues por mucho que intenten concienciar, siempre tienen que volver a realizar actividades de limpieza.
Es el caso de El Árbol de las Piruletas, una asociación de educación medioambiental afincada en la provincia, que ha colaborado con Signus en anteriores recogidas. Desde la asociación cargan con fuerza contra las instituciones, demandando la necesidad de un canon dirigido al fomento del reciclaje: «Se paga a los sistemas de gestión por los residuos generados, no por los reciclados. Si al ciudadano al que se acusa de no llevar los neumáticos a la planta de tratamiento se le pagase por esa labor, nadie acabaría arrojándolos al campo».
El principal afectado por esta práctica es el medio ambiente, Un neumático tarda en biodegradarse más de 1.000 años, y es que en una sola rueda hay más de 100 compuestos químicos. Compuestos que nunca llegarán a eliminarse por completo.
Y volvemos a incidir en que los agricultores no son los únicos responsables de este paisaje desolador, aunque sean los primeros en ser culpados. Porque el medioambiente no es solo un problema de las instituciones ni de quien trabaja en el campo. Es un problema de todos. Porque la tierra que algunos se empeñan en destruir, es también la que nutre de vida nuestro planeta.